Hemos pasado las navidades y un tiempecito más sin ver un nuevo capítulo de The Vampire Diaries, pero la espera ha merecido la pena, en cierto sentido porque bajo mi punto de vista ha sido un capítulo muy plano.
En primer lugar tenemos a Lauren, nuestra vampira con mordida de hombre lobo, que esta ya la pobre que no puede más, porque parece que la leyenda era verdad. Y tenemos a Damon super preocupado por ella, porque aunque intente aparentar que no en el fondo sí que le gustaba aunque sólo fuera un poquito. De ahí que se haya pasado un rato intentando sacar a nuestra mujer lobo favorita (Jules) una cura para su mordedura, una pena que no la tuviera y al final se hayan tenido que cargar a la vampira antes de que la liara más de lo que ya lo había hecho.
Luego por otro lado tenemos a Stefan que sigue empeñado en salvar a Elena y ahora se ha dedicado a buscar a Isobel sí a la madre vampira de Elena, porque suspuestamente según Katherine ella sabría algo más sobre Klaus. Pero Stefan que es muy listo no ha encontrado a Isobel y en su defecto se ha traído al tío que John, que como ya sabemos no es tío más bien es padre... y seguro que alguna lía porque este hombre parece que no puede estar sin armar algún lío.
Elena nos ha dejado en este capítulo su cara más humana cuidando de la vamira enfermita y luego intentando animar o algo a Damon.
Y por último Tayler al que ya se le veía venir que le gustaba Caroline y que se ha encontrado con Jules que ha lanzado una bomba: este pueblo está lleno de vampiros y ya vienen más como nosotros (o sea hombres lobo) para ayudarnos, telita con la nueva que ha venido buscando guerra con los vampiros.
Pero a pesar de avanzar en la trama en el episodio no ha habido grandes sustos ni nada por el estilo, hoy ha tocado sacar la cara buena (y mala) de todos y sorprendernos mostrándonos la habitación de Damon que bajo mi punto de vista ha sido lo único más novedoso. Digamos que ha sido un capítulo de enlace para lo que esta por venir.
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